Pinturas de Adriana Guezuraga: 2011

En el siglo XIX se abrió, con inevitable fuerza, la puerta hacia la cultura planetaria. Traspasar ese umbral produjo significados y efectos múltiples, algunos malos y otros no tanto: no es malo el poder de reproductividad de los hechos de la cultura, la posibilidad de conocemos más y planteamos la tolerancia como único modo de sobrevivencia “en” y “de” lo diferente, o la posibilidad de una justicia que trasciende los límites de las fronteras nacionales. Malos son los brotes nacionalistas frente a una identidad que parece amenazada, en el otro extremo, cuando las hegemonías culturales no encuentran a su paso ninguna resistencia.

Latinoamérica sabe, por triste experiencia, de avasallamientos culturales pero también sabe de resistencias y sobre todo tiene la fuerza para transformar lo extraño y lejano en propio y cercano, con el signo de la hibridación y de la exuberancia, bástenos recordar un ejemplo: el barroco americano.

Mis pinturas pretenden destacar la hibridación cultural producida por el diálogo entre lo planetario y lo regional, es por eso que juego con formas y contenidos de la cultura americana y organizo el espacio a la manera del cómics, exponente dilecto de la cultura más mediática.

Cuento historias y trabajo formas del entorno cultural americano, pero traspaso el umbral de aquella puerta con no poco placer y con una resistencia traducida en formas muy lejanas a todo nacionalismo.

Adriana Guezuraga